lunes, 15 de agosto de 2011

Nuevo género musical "Chacarera del Monte"


Breve historia:
Coco Gómez -uno de los principales exponentes de ese género musical- sostiene que su origen se debe a la confluencia de diversos factores en esa gran región del norte argentino, donde a fines del siglo IXX y comienzos del XX comenzó una lenta población a través de distintas corrientes migratorias internas cuya principal columna vertebral ha sido el Rio Bermejo que desde su nacimiento en el Departamento Tarija de la República de Bolivia atraviesa la provincia de Salta para discurrir luego por la llanura chaqueña formando el límite meridional del Chaco Central, desembocando en el Rio Paraguay a la altura de la localidad paraguaya de Pilar.

Según el autor de la chacarera “La Mocha Ahorcada”, muchos criollos santiagueños y salteños principalmente del Departamento Rivadavia han tenido como punto de referencia este caudaloso río por cuya margen derecha comenzaron a desplazarse hacia el éste en procura de nuevos campos para la cría de ganado vacuno. A su vez, desde el Este siguiendo el mismo cauce hacia el Oeste otra corriente migratoria -de origen “guaraní”- llegaba hasta la zona de Puerto Lavalle situada en la margen derecha del Río Bermejo en plena selva del impenetrable chaqueño, dando lugar, al choque de por lo menos tres culturas bien diferenciadas entre sí: la originaria “Toba”, la “criolla” proveniente del Nor-Oeste y la “guaranítica” proveniente del Nord-Este, a las que también se sumaron otras en menor grado como los Sirios Libaneses conocidos en general como “Turcos” y otras de origen europeas compuesta por alemanes, polacos, rusos o ucranianos, etc. bautizadas por los criollos con el nombre genérico de “gringos”.

Identidad musical:
Los Criollos provenientes de Salta y Santiago del Estero trajeron el violín y el bombo legüero con los que se animaban las fiestas en las grandes carpas improvisadas al efecto y también en las “santeadas” donde los músicos montados a caballo acompañan al santo venerado improvisando melodías con un ritmo “arisco” bien definido. Mientras que desde el Este llegaban los correntinos y chaqueños con el acordeón dos hileras conocido con el nombre de “verdulera” y las guitarras con un género musical diferente como el chamamé o la polca.

Es allí donde podemos encontrar el origen de la Chacarera del monte, tal cual hoy se la conoce, pues se trata de una fuerte fusión musical de esas culturas, allí donde se produjo el encuentro, para luego extenderse rápidamente hacia el Oeste del entonces territorio nacional Formosa donde echó profundas raíces y desde allí a la gran región del chaco argentino. Según viejos relatos criollos, cuando los violines agotaron sus cuerdas y ante la absoluta imposibilidad de reponerlas, los criollos se vieron forzados a pulsar “la verdulera” en la búsqueda del sonido de su riqueza musical, los que rápidamente comenzaron a surcar el aire, irrumpir las carpas y conquistar las santeadas, en ausencia de los violines. De esa forma, también se integra la guitarra y nuevos sonidos productos de la mixtura musical asisten al nacimiento de lo que ahora se conoce como un nuevo género musical denominado “chacarera del monte”, como expresión auténtica y acreditada de los montes del gran chaco Gualamba.

           
Coco Gómez, oriundo de Puerto Lavalle, es sin dudas, uno de los mayores exponentes del nuevo género, pues de muy pequeño su oído lo guió decididamente hacia su identificación con las agrestes melodías que hoy forman parte de su propuesta musical. Con su acordeón “verdulera” emprendió la tarea de rescate y recopilación de melodías del viejo ritmo, cuya raigambre le otorga una gran riqueza y consistencia proyectándola con solidez hacia los nuevos tiempos.

“La mocha ahorcada" , es la chacarera más conocida del género que junto a otras como la “Rana ahogada”, “La pisa perro” integran la rica autoría musical de Coco Gómez, cuyo repertorio nos introduce de lleno en la no tan lejana historia del hombre del norte argentino que con decisión y coraje surcaron los montes del impenetrable para abrir las nuevas sendas por donde distintas culturas producirían el milagro del encuentro y su propio enriquecimiento a través de su combinación e identificación.
ORTEGA DEBORA

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