Cine
de la Argentina
El cine de la Argentina,
ha sido históricamente uno de los tres más desarrollados del cine latinoamericano, junto a los
producidos en México y Brasil.1 A lo
largo del siglo XX la producción cinematográfica
argentina, apoyada por el estado y avalada por el trabajo de una larga lista de
directores y artistas, se convirtió en una de las principales del mundo en
idioma castellano.
Introducción del cine al país
Un poco después de la aparición del
cinematógrafo, se efectuaba el 18 de julio de 1896 en el Teatro Odeón la
primera proyección cinematográfica del país en la ciudad de Buenos Aires. Se trataba de los célebres cortos de los Hermanos Lumière que se habían estrenado el año
anterior en París, Francia.
Tiempo antes, también en esa ciudad se había importado, sin mayores
repercusiones, el espectáculo del kinetoscopio invento
del norteamericano Thomas Alva Edison. Estas actividades
fueron durante mucho tiempo no más que una forma de entretenimiento y actividad
comercial.
Primeras películas nacionales
En 1897,
el operador francés Eugenio Py realizó
el documental La bandera
argentina que consistía en
una vista documental de
la bandera argentina flameando
en la Plaza de Mayo, se podría considerar a esta como la primera
obra cinematográfica nacional. Le siguieron Viaje
a Buenos Aires en (1900)
y La revista de la escuadra
argentina (1901).
Por eso se abrieron en Buenos Aires las primeras salas.
En los primeros años del siglo XX varios autores argentinos continuaron
experimentando las posibilidades del nuevo medio realizando noticieros y
registros documentales. Eugenio A.
Cardini filmóEscenas
Callejeras (1901)
y Mario Gallo realizó El fusilamiento de Dorrego (1908),
que fue la primera película con trama argumental.
La historia y literatura nacionales proporcionaron la temática
básica del cine argentino en sus comienzos. Uno de los primeros éxitos del cine
nacional fue Nobleza Gaucha,
película realizada en 1915por Humberto
Cairo, Eduardo
Martínez de la Pera y Ernesto
Gunche, inspirada en el Martín Fierro de José Hernández. El primer largometraje
sería Amalia (1914), sobre la novela homónima de
José Mármol. En 1917 se realizaba El Apóstol primer
largometraje animado de la
historia del cine, consistía en una sátira al entonces presidente Hipólito Yrigoyen. Ese mismo año debutaba Carlos Gardelen el cine, en el filme Flor de durazno dirigido por Francisco Defilippis
Novoa.
La llegada del cine sonoro
La incorporación del sonido tuvo una gran
influencia sobre el público. En 1931 se filma Muñequitas porteñas dirigido por José A.
Ferreyra sería el
primer filme sonoro y hablado por el sistema Vitaphone de sincronización sonora. Pero en 1998
el reconocido periodista investigador Roberto Di Chiara descubrió
el primer film político denominado "Por una Argentina grande, justa y
civilizada" (1931) de Federico Valle, en donde hablan Lisandro de la Torre, Mario Bravo, Julio Noble,
y otros, película desconocida por el pueblo argentino. Hacia 1933 se da la llegada del sistema Movietone,
el primero que permite guardar la banda sonora en el mismo soporte que la
imagen. Nacen ese mismo año los dos primeros estudios cinematográficos del
país: Argentina Sono Film fundado por Ángel Mentasti y Lumiton creada por Enrique
Telémaco Susini, César José
Guerrico y Luis Romero
Carranza. Luego llegaría el sistema de sonido óptico inventado por Lee De Forest, el Phonofilm.
Con este equipamiento se grabaron numerosos números musicales de Carlos Gardel,
a la manera del actual video clip.
La industria del cine en la Argentina se inició
en la práctica con la llegada del sonido óptico. Con la incorporación del
sonido, serán la radio,
la industria
discográfica y el teatro de revistas los que aportarán actores (voces) ya
conocidas por la gente. La banda de sonidos llegaría
a ser tan importantes que incluso se le exigía a los actores que entonaran
canciones, a pesar de no estar preparados para ello. Así se puede llegar a
considerar que el sonido es tan importante en el cine argentino, dado que sin
él posiblemente no hubiera existido una industria. El cine mudo no había
logrado en el país acceder a un gran público.
Los dos primeros films sonoros (sin discos),
estrenados con una semana de diferencia fueron Tango (1933)
dirigido por Luis José Moglia Barth y producido por Argentina Sono Film, y Los tres berretines, protagonizada por
Luis Sandrini y producida por Lumiton. Lo siguen otros filmes exitosos de la
época, de Mario Soffici El
alma del bandoneón (1935)
y Prisioneros
de la tierra (1939);
de Manuel Romero La
muchachada de a bordo (1936)
y de Leopoldo Torres Ríos La vuelta al nido (1938),
que marcaron el momento de madurez del cine argentino en la década del 30'. En
esta época se consagraron estrellas como: Libertad Lamarque, Tita Merello, Pepe Arias, Luis Sandrini y Niní Marshall.
El sistema Movietone significó la ganancia de miles de
pesos para las flamantes productoras, que pudieron seguir expandiéndose. Se
había creado un público gracias al sonido, en esta época, el sonido será pues,
sinónimo de mercado convirtiendo al cine en un producto de consumo popular. Lo que
se está vendiendo en esta primera época es producto ya conocido, pero que puede
ser gozado en la oscuridad de la sala de cine, allí se daría una relación de
proximidad con cantantes, bailarines u orquestas populares, por tan solo unos
centavos de entrada.
A medida que se avanzó en la producción de filmes
sonoros, la integración de imagen y sonido se fue haciendo más orgánica. Las
películas ya no eran números musicales, o escenas mudas musicalizadas, sino que
se lograba lo que denomina Síncresis, la unión indisoluble de los aspectos
visuales y sonoros del filme, dando lugar a un cine mucho más rico y ya con
identidad propia, dejando de lado los vicios del cine primitivo.
El cine clásico
A partir de 1940 el cine argentino entró en un largo
periodo de crisis cinematográfica determinada por la competencia comercial del cine estadounidense y el predomino del cine mexicano que
estaba en su "Época de Oro" y dominaba el mercado en los países de
habla hispana. Algunas de las grandes películas de la década fueron Historia de una noche (1941)
y La dama duende (1945),
ambas de Luis Saslavsky; La Guerra
Gaucha (1942)
y Malambo (1945)
de Lucas Demare y Hugo Fregonese; Pelota de trapo (1948)
y Crimen de Oribe (1950)
de Leopoldo Torres Ríos, y Las aguas
bajan turbias(1952) de Hugo del Carril.
En esa década saltan a la fama las hermanas
gemelas actrices Mirtha Legrand y Silvia Legrand.
El primer nuevo cine argentino
Desde 1957 una nueva generación de directores
consiguió aunar la habilidad técnica con el refinamiento estético, por lo que
se consiguió participar en festivales internacionales. Leopoldo Torre Nilsson,Fernando Ayala, David José Kohon, Simón Feldman y Fernando Solanas, fueron los protagonistas de esta renovación
del cine argentino en la década de 1960.
Un caso excéntrico es el de Hugo Santiago, creador de dos filmes de culto, Invasión y Los otros, emigrado definitivamente a Francia.
Posteriormente otros directores consiguieron su estilo cinematográfico, como José Martínez Suárez,Manuel Antín, y Leonardo Favio. En el cine infantil de dibujos animados se
destaca Manuel García Ferré (Petete y Trapito, 1975; Ico, el
Caballito Valiente, 1981).
El cine de la post dictadura
En la década del 80, realizadores como María Luisa Bemberg con Camila (1984), Pino Solanas (El exilio de
Gardel (Tangos), Sur), Luis Puenzo (La Historia Oficial) y Adolfo Aristarain (Tiempo de revancha, Un lugar en el mundo), atrajeron la
mirada de nuevos públicos. Muchas peliculas luego de la dictadura fueron iconos
del cine argentino como por ejemplo: "Esperando la Carroza" de Alejandro Doria, "El secreto de sus ojos" de Juan Jose Campanella, etc.
El segundo nuevo cine argentino
En la década del noventa surge una nueva
corriente denominada comúnmente como nuevo
cine argentino, marcada por el carácter independiente de las realizaciones,
y un cambio en la mirada. El precursor en este movimiento es Martín Rejtman quien
hace en 1991 su ópera prima Rapado. Otro filme que marca un punto
de inflexión en la realización es Picado fino (1994)
de Esteban Sapir.
Sin embargo no será hasta 1998 que estos nuevos realizadores logran
tener una mayor difusión. La primera película que tiene una repercusión
pública, dentro de esta nueva generación, es Pizza, birra, faso, de Bruno Stagnaro e Israel Adrián Caetano. A esa le siguieron Mundo Grúa (1999)
de Pablo Trapero y
otras que continuaron esa línea de películas de tónica y personajes reales,
bajo presupuesto y actores no conocidos.
Desde los comienzos y hasta nuestros días se han
estrenado casi 2.500 películas argentinas,
siendo los años 2004 y 2005 con 66 y 63 respectivamente, los que
registran la mayor cantidad de estrenos.
En 2009 se estrenó la película El secreto de sus ojos (ganadora del Oscar a Mejor
Película en Lengua extranjera del
2010), de Juan José Campanella, basada en la novela La pregunta de sus ojos de Eduardo Sacheri. El film cuenta con las actuaciones de Ricardo Darín, Soledad Villamil, Guillermo Francella, entre otros artistas
de renombre. Con más de 2.000.000 de espectadores, se convirtió en la segunda
película argentina más taquillera de toda la historia del cine nacional;
superada solo por Nazareno Cruz
y el lobo de Leonardo Favio, estrenada en 1975.
Cine Independiente Argentino
Alberto Fischerman estrena su ópera prima, The Players
versus Ángeles caídos. El film, un trabajo experimental con
elementos reconocibles de la cultura pop, se presenta como ejemplo de
cine-participación (desde la configuración de film-abierto, según los
postulados del semiólogo Umberto Eco sobre
la Obra abierta). En abril de 2002, Hernán Andrade y Víctor Cruz presentaron
en dos funciones a sala llena (dentro del Buenos Aires IV Festival Internacional de Cine Independiente)
su documental La noche de las
cámaras despiertas. Basado en el texto homónimo de Beatriz Sarlo sobre
los hechos de censura sucedidos precisamente a comienzos de los '70 en la obra
del llamado entonces Grupo de los 5 (que integraban junto a Fischerman, Ricardo
Becher, Raúl de la Torre, Nestor Paternostro y Juan Bautista Stagnaro). En el medio se
tensa una línea histórica, difusa e intensa a la vez, de lo que dio en llamarse Cine
Independiente Argentino.
Nuevo Cine Argentino de Género
En la actualidad los géneros cinematográficos
están siendo revalorados en el cine argentino no sólo por los directores
locales que los abordan, sino por el público, la crítica y los programadores.
Surgen festivales destinados al cine de género independiente, como el Buenos Aires
Rojo Sangre, también conocido como el BARS. No solo se realizan
peliculas de terror y suspenso sino también policiales. Entre los realizadores
con mas trayectoria del nuevo cine argentino de género se encuentran: Pablo Trapero, Adrián García Bogliano, Diego Parés,
Ernesto Edwards y Hernán Saez.
Actualidad
Argentina ha sido nominada seis veces al Oscar a la
mejor película extranjera; no obstante sólo ha sido merecedora del
premio en dos ocasiones (primero en 1986 con La historia oficial, de Luis Puenzo, y en 2010 con El secreto de sus ojos, de Juan José Campanella).
Roldán, María Celeste
Cine
de la Argentina
Introducción del cine al país
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