domingo, 7 de agosto de 2011

La música de Argentina más conocida internacionalmente es el tango, que se desarrolló principalmente en la ciudad de Buenos Aires y alrededores. En lo que se denomina interior del país (las provincias) es más fuerte la música folclórica. A partir de la década de 60 se desarrolló una variante propia del rock, cantado en español, conocido como rock nacional; en la misma década comenzó a cultivarse ampliamente la balada romántica latinoamericana.
Aline*
La música clásica y la ópera tiene un amplio espacio, con compositores e intérpretes de fama mundial y el Teatro Colón de Buenos Aires, como eje de la actividad.
Otros estilos musicales cultivados en Argentina son la música de los pueblos originarios, el bolero, el jazz, el reggae, la música electrónica, el punk, el heavy metal, la música infantil, etc.

Balada romántica latinoamericana

La balada romántica encuentra su origen en el bolero latinoamericano de los años 50, pero también en la canción romántica italiana (Nicola Di Bari), y francesa (Charles Aznavour) de los años 60 y 70.
Argentina tiene intérpretes de fama internacional como Sandro, Leonardo Favio, Facundo Cabral, Valeria Lynch, Dúo Pimpinela, Diego Torres, Patricia Sosa, etc.

Clásica

La Orquesta Filarmónica de Buenos Aires está establecida en el Teatro Colón (Buenos Aires). Fundada en 1946, es considerada una de las orquestas más prestigiosas de la nación y de latinoamerica. Ha recibido varios honores en sus 60 años de vida. Otra orquesta de prestigio es la Orquesta Sinfónica Nacional Argentina.
Músicos Argentinos conocidos por este estilo incluyen Alberto Williams, conocido por su fusión de estilos nativos con música clásica, y Alberto Ginastera, el compositor considerado uno de los más importantes contribuidores latino americanos de música clásica. Otros músicos de nota incluyen pianista Martha Argerich, violinista Alberto Lysy, guitarrista María Isabel Siewers, tenor José Cura, mezzo-soprano Margherita Zimmermann, y pianist / director Daniel Barenboim, que ha dirigido la Orquesta de París, la Orquesta Sinfónica de Chicago y la Staatsoper Unter den Linden (Ópera del Estado de Berlín). En la actualidad, se destaca la labor del joven compositor Mauricio Annunziata, creador de un verdadero panorama musical argentino.
Breve Historia
Con la conquista española se produjo el ingreso de los primeros instrumentos musicales europeos, mientras que en el período colonial la actividad musical se tornó más intensa, merced a la intervención de las órdenes religiosas. A comienzos del siglo XVIII se propició la enseñanza y se intensificó el aporte del viejo continente a través de la visita de músicos y de la importación de partituras y libros de música. En 1757 se construyó en Buenos Aires el primer teatro de óperas y comedias y en 1783 se inauguró el Teatro de la Ranchería. Con el movimiento emancipador de Mayo, se renovó la canción patriótica, destacándose figuras como Blas Parera, Luis Ambrosio Morante o José Picazarri. A ellos le siguieron los denominados precursores, primeros compositores nacidos en suelo argentino: Juan Pedro Esnaola, Amancio Alcorta y Juan Baustista Alberdi. No se trataba de profesionales sino de aficionados, que alternaban su vocación musical con otras actividades. Los géneros en boga eran la música de salón, concebida para la danza, y la canción; al igual que en Europa, la música de cámara formaba parte de la vida cotidiana. La generación siguiente incluyó a músicos ya profesionales: son los nacidos entre 1860 y 1875, entre cuyos representantes más notables figuran Alberto Williams, Julián Aguirre y Arturo Berutti. A esta generación le sigue un conjunto destacado de músicos nacidos entre 1875 a 1890, que estudiaron en Europa y al regresar desarrollaron su actividad como creadores, docentes, fundadores de institutos o directores de sociedades musicales. Su formación los llevó a incursionar en todos los géneros y a adoptar una actitud más conciente ante la recolección folklórica. Entre ellos se destacan Felipe Boero, Ernesto Drangosch, Floro Ugarte y Carlos López Buchardo, director–fundador en 1924 del Conservatorio Nacional de Música y Arte Escénico que hoy lleva su nombre. A partir de fines de la década del 20 se produjo la irrupción de lenguajes neoclásicos en la música culta argentina, lo que significó la primera aparición de una vanguardia que cambió el rumbo de la generación anterior. La producción argentina en las décadas del 40 y del 50 estuvo a cargo de los primeros egresados del Conservatorio Nacional y en este escenario, dos músicos representaron las dos tendencias en pugna: Alberto Ginastera y Carlos Guastavino. Los comienzos de la década del 60 generan cambios experimentales de relevancia y destacan Alicia Terzian, Guillermo Graetzer y Roberto García Morillo. En la actualidad, los creadores argentinos que no desdeñan la exploración instrumental, la electroacústica, y la apropiación de nuevas tecnologías, consolidan una trayectoria musical que prestigia al país. Por citar sólo algunos: Oscar Di Lisia, Carlos Carmona, Gabriel Senanes o Ricardo de Armas. Otros, han preferido ser más conservadores en la elección de la instrumentación, pero de fuerte inspiración e innovadora estética armónica como Mauricio Annunziata

Cumbia

La cumbia argentina es un estilo relativamente nuevo a diferencia de otros géneros que ganaron popularidad entre los años 70 u 80. Influenciada por el folclore nacional, la música andina, ritmos caribeños, y la misma cumbia colombiana ganó gran popularidad en los años 90 de la mano de solistas como Gilda, Alcides , Antonio Ríos, Pocho la Pantera, y grupos como Adrián y los Dados Negros, Grupo Sombras, Ráfaga, Los Chakales, Los Leales, Amar Azul, y Los Charros presentando en su mayor parte letras románticas o describiendo problemas de la vida normal y el agregado de bajos, guitarras, instrumentos de percusión (como timbales), de viento (trompetas o quenas) o de percusión (como güiros).
Durante las crisis económicas que fueron desde los años 99 a 2001, la tonalidad y estilo en este género fue agregando diversos elementos, como influencias del Hip-Hop o el Reggaeton, cambios como letras simples o la inclusión de drogas, pobreza y delincuencia. Así surgieron otros géneros como la Cumbia Villera, liderados por agrupaciones como Yerba Brava, Damas Gratis y Los Pibes Chorros con letras describiendo situaciones de pobreza, criminalidad o drogas. Tiempo después el mismo género fue cambiado a letras menos explícitas, en ocasiones humorísticas con sólo ritmos bailables por Supermerk2 con un marcado éxito.
También con la llegada del grupo La Base que durante un tiempo eclipsó a otros géneros con ritmos pegadizos y bailables con letras en algunas ocasiones románticas. Esta agrupación influenció a un gran número de fugaces grupos que imitaron su estilo en muchas ocasiones en forma exitosa. Luego de la separación del grupo, el líder empezó a trabajar como solista en Nestor en Bloque triunfando una vez más, esta vez con letras sólo románticas con casi el mismo estilo musical. La llamada "Cumbia Base" y el estilo de Nestor en Bloque es reproducido hasta la actualidad por grupos como El Polaco, Junior, El Empuje, o El Original.
En la actualidad la Cumbia, a pesar de no ser promocionada o patrocinada por las grandes cadenas de entretenimiento, marcas o medios masivos de comunicación y rechazada por el mainstream, es el estilo más popular en Argentina, cubriendo la mayor parte de los sectores bajos y medios debido a que las mismas agrupaciones no combaten a la piratería de los discos debido a que estos mismos ganan más dinero dando shows en vivo en diversos locales bailables que vendiendo discos en forma legal y la rápida proliferación de radios locales dedicadas al género mismo.

Tango

El tango es un estilo musical y una danza rioplatense, característica de las ciudades de Buenos Aires y Montevideo,[5] de naturaleza netamente urbana y renombre internacional. Musicalmente tiene forma binaria (tema y estribillo) y compás de cuatro cuartos (a pesar de que se le llama «el ritmo del dos por cuatro»). Clásicamente se interpreta mediante orquesta típica o sexteto y reconoce el bandoneón como su instrumento esencial.
La coreografía, diseñada a partir del abrazo de la pareja, es sumamente sensual y compleja. Las letras están compuestas con base a un argot local llamado lunfardo y suelen expresar las tristezas, especialmente «en las cosas del amor»,[6] que sienten los hombres y las mujeres de pueblo, circunstancia que lo emparenta en cierto modo con el blues, sin que por ello opte para el tratamiento de otras temáticas, incluso humorísticas y políticas.
Enrique Santos Discépolo, uno de sus máximos poetas, definió al tango como «un pensamiento triste que se baila».[7]
A partir de 1880, con la incorporación de corrientes de inmigrantes, la música en argentina se enriquece. Con su contribución, en los suburbios de Buenos Aires se fue modelando el tango en arrabales y prostíbulos. En tiempos iniciales se interpretaba con violín, guitarra y flauta, pero hacia 1900 ésta fue reemplazada por el bandoneón, traído por los inmigrantes alemanes. La danza fue un elemento esencial para la difusión del género y se desarrolló sobre dos vertientes: la de ritmo alegre, veloz y vivaz; y la triste, sentimental y reconcentrada. En esta segunda etapa cobró importancia la letra, a la que daba su impronta personal cada cantante. Entre los más destacados brilló Carlos Gardel, "el zorzal criollo", incuestionable divulgador del tango. En la década del 40, con el aporte de músicos y poetas provenientes del interior, los solistas recurrieron a temas evocativos, familiares, amorosos o testimoniales. La radiofonía y el cine nacionales contribuyeron notablemente a llevar al tango a un período de esplendor hasta iniciados los años 50, con letristas, cantantes y músicos de la talla de Osvaldo Pugliese, Francisco Canaro, Enrique Cadícamo, Aníbal Troilo, Horacio Salgán, Homero Manzi, Edmundo Rivero y los hermanos Virgilio y Homero Expósito. Entre los años 60 y 70, las preferencias populares se orientaron hacia otros géneros. Sin embargo, el tango conoció un momento de especial fecundidad con variantes modernas como las del Sexteto Mayor, el Cuarteto de Colángelo y especialmente con Astor Piazzolla. Las especies más tradicionales se conservarán, aunque renovadas con el aporte de personales intérpretes como Julio Sosa y Roberto Goyeneche. Actualmente el género ha despertado el interés de las generaciones más jóvenes y han surgido compositores que cultivan incluso, el tango electrónico.

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