lunes, 8 de agosto de 2011

Musica


HISTORIA


La zona noreste argentina es la denominada del litoral (fluvial), y comprende las provincias de Misiones, Chaco, Formosa, Corrientes y Entre Ríos; y presenta marcadas influencias en la de Santa Fé.
Resulta notable la influencia guaraní en Formosa y el Chaco, más aun en Corrientes, sobre todo en el lenguaje. Es allí rey y señor el chamamé, de gran difusión en toda la zona, como así también el rasguido doble y el valseado. En Entre Ríos es común la chamarrita, una réplica del sobre-paso del limítrofe Uruguay. En esta última provincia, investigadores como Linares Cardozo lograron rescatar del olvido tradicionales como el tanguito Monteliero, la chacarera estirada y la milonga también en versión entrerriana.

Los ritmos más conocidos son el típico chamamé y el valseado con relaciones. Los instrumentos musicales destacados son el acordeón de dos y tres hileras, el bandoneón y la guitarra criolla. Medicina popular: regida por curanderos tradicionales, las comadronas y sus ayudantes para los partos, las yuyeras especializadas en herboristería, las médicas santonas que curan en nombre de San La Muerte, la médica en secreto o manosanta, la curandera por encargo que cura a la distancia y la payesera que trata males del alma. Daban solución a enfermedades como el pasmo, golpe de aire, empachos, estómago caído, lombrices, mal de ojo, mal de madre, úlceras varicosas, culebrilla y fuego de San Juan entre tantas otras.

CHAMAMÉ:

El Chamamé es un género bailable de música folclórica argentina, correspondiente a la música litoraleña. Es escuchado sobre todo, en la provincia de Corrientes, Norte de la Provincia de Entre Ríos, Centro-Este de Formosa, Noreste de Santa Fé, la Provincia del Chaco y en toda la provincia de Misiones, región denominada Litoral argentino. La palabra chamamé proviene de la frase en idioma guaraní "ñe'ẽ mbo'e jeroky", que quiere decir "cantos danzas".
Se caracteriza por una disposición musical poli-rítmica en la que la estructura de apoyo (bajo-base) se ejecuta en pie binario (3/4), mientras que la melodía, es decir el canto como los instrumentos de rasgueo, se sobreponen melódica y tonalmente con una estructura ternaria (6/8).
La danza puede tener un ritmo alegre y animado, o, por el contrario, ser triste y alegórica.

El Chamamé es una danza con raíces indígenas paraguayas, su base musical es guaraní. A esta base musical guaraní, con el tiempo, se le agregaron influencias jesuitas, españolas, y sobre todo alemanas (el acordeón, bandoneón y un poco en su compás). Este ritmo tradicional argentino, se podría definir de la siguiente manera: ritmo originalmente indígena, perfeccionado con el tiempo y las distintas influencias que tuvo, entre las cuales destaca la alemana. Lo guaraní se puede ver por ejemplo en el "sapucai" y lo alemán en el acordeón, ya que cualquier grupo de chamamé tiene un acordeón (sea de teclas y pistones o de pistones a los dos lados), un bandoneón o ambos instrumentos. A continuación se explica todo esto, más detalladamente y con reseñas históricas y notas de historiadores.
Según el crítico y erudito de música Marcelo Arce, el chamamé se origina el son mexicano, un género musical que comprende, entre otros, al huapango, chilena, son jarocho y al son istmeño y que en Argentina incorpora sonidos afro-americanos y ritmos de Europa central y de Rusia.

VALSEADO


El valseado es una danza popular de corrientes y chaco, siendo un remedo alegre de vals, la capacidad creadora de su gente posibilitó la incorporación de figuras, zapateo y relaciones.
En el valseado se realiza un zapateo de características muy particulares, que es el acompasado con la música y de acuerdo con la habilidad de bailarín, que va conformando sus figuras en forma indivual y espontánea.

Las parejas actúan libremente o en conjunto, donde están dirigidas por un bastonero que recita el desarrollo del baile en forma antojadiza, dándole a este mayor animación y colorido con la inclusión de las relaciones, las cuales pueden ser de aire picaresco o amoroso.

No existen los valses o valsesitos correntinos, como algunos intérpretes confunden. Solamente se conoce el valseado, siendo las composiciones populares o de autores anónimos, carentes de títulos y de letras o de versos correspondientes y se lo ejecuta indistintamente para la danza y el canto.
Según el libro Manual de danzas nativas, el valseado que se titula El encadenado es una danza creada por el músico correntino Osvaldo Sosa Cordero y ha sido publicado en 1950 por Ediciones Musicales Tierra Linda, de Buenos Aires (Casa Korn); además aclara el autor del manual:..."Me informa el señor Sosa Cordero, que para preparar la coreografía se basó principalmente en algunas figuras tradicionales con que se estiló bailar el vals en la Provincia de Corrientes".



MÚSICA ABORIGEN EN CHACO

Actualmente, la mayoría de las prácticas musicales de los grupos aborígenes toba del Chaco argentino se vinculan con las celebraciones de sus iglesias del Evangelio. En este trabajo, analizo el papel de los jóvenes en la construcción de la música del mencionado movimiento religioso, la cual abarca, “himnos”, “coritos” y “canciones”. A partir de una reseña histórica acerca del proceso de emergencia de estos géneros, se analiza cómo los jóvenes de diferentes generaciones se fueron apropiando de las performances musicales de los cultos, llevando a cabo un proceso de creciente diversificación de las prácticas musicales. En dicho proceso, se recrearon géneros toba del pasado y otros provenientes de la música de los criollos, se incorporaron instrumentos, técnicas de ejecución y también significados y valoraciones disímiles en torno a la práctica musical. El análisis se centra en las diferencias entre los coritos y las canciones y en la forma en que la presentación de canciones constituye una práctica que promueve rasgos de espectáculo dentro del contexto religioso y una incipiente profesionalización de la actividad musical. Las conclusiones apuntan, a mostrar cómo la música ha sido utilizada estratégicamente por los jóvenes toba como un recurso polifacético, por medio del cual, no sólo se vinculan a tradiciones musicales del pasado sino que también construyen su presente y proyectan su futuro dentro de determinadas coyunturas socioculturales.


Entre la población aborigen que habita el Chaco central se ha
generado una intensa y peculiar actividad musical en torno a la cual se fusionan, transforman
e irradian hacia áreas culturales contiguas, expresiones musicales de diversa
procedencia. Este movimiento, integrado por solistas y grupos musicales compuestos
por aborígenes toba, pilagá y, en menor medida, wichí, se inició a principios de la década
de 1960 al amparo de las múltiples iglesias que se encuentran diseminadas por
toda la zona -Evangélica Unida, Cuadrangular, Buenas Nuevas, Anglicana, Pentecostal.
Desde su origen el movimiento mantuvo un lento aunque sostenido crecimiento
dando lugar a:
1. La creación de un pan-género musical con, al menos, dos vertientes netamente
diferenciadas.
2. El desarrollo de un mercado local de venta e intercambio de casetes que opera con
formas de regulación propias.
3. La existencia de varios circuitos de actuación jalonados por los desplazamientos
de las iglesias.
4. El surgimiento de prácticas incipientes de fandom.
5. La instauración de un discurso con postulados éticos y estéticos que liga de una
manera incuestionable la música con las ideas religiosas.
Las razones de la emergencia de este escenario musical, como así de su naturaleza
religiosa y su carácter autorregulado, pueden ser parcialmente dilucidadas dirigiendo



INSTRUMENTOS


Maraca:

Se construye con el fruto seco del totumo (especie de calabaza) al que se le introducen semillas secas o piedritas, que son las que vibran al sacudirse contra las paredes de la calabaza.

Para que las semillas o piedras no se amontonen, se colocan largas espinas en el interior de la calabaza.

La maraca se utiliza en conjunto con otros instrumentos, es decir que es un instrumento acompañante.

Antes de la conquista la utilizaron las tribus diaguitas. En la actualidad, es usada por los aborígenes del Chaco y Formosa, y algunas tribus araucanas de Chile.


Sonajero de uñas:

Este instrumento se construye con uñas de animales (generalmente del guasuncho, que es parecido al ciervo) o también con cáscaras u otros objetos, unidos en forma de tiras, racimos o hileras, que al sacudirse producen sonido. Estas tiras generalmente se atan en el extremo de una caña o madera y es un instrumento sólo ejecutado por mujeres. También se lo colgaban los hombres danzarines de las muñecas, o a manera de cinturón, o en los tobillos. Es utilizado por los aborígenes del Chaco y Formosa


INSTRUMENTOS AERÓFONOS





Sereré

Es un silbato que se construye con una madera de 13 centímetros de largo, 3 de ancho 1y 1/2 de alto. Quien lo ejecuta sopla, apoyando su labio inferior en el filo posterior del agujero que hace de embocadura, mientras que con el pulgar izquierdo tapa o destapa el orificio inferior del canal de aire.

Produce sólo dos sonidos: cuando se tapa el orificio inferior del canal de aire, el sonido es más grave.

Lo utilizan los aborígenes del Chaco y Formosa para dar señales durante las cacerías.



Naseré

Es un silbato formado por un disco de madera achatado. Contiene un agujero por donde entra el soplo y dos canales de aire laterales. Produce un sonido agudo y penetrante y, como el sereré, es utilizado por los indígenas del Chaco y Formosa para dar señales durante las cacerías.


Violín Chaqueño

El cuerpo de este instrumento es redondo, hecho con tronco de palmera, que es ahuecado como caja de resonancia y cubierto de una piel dura de cualquier animal, e incluso de latón.

El arco está formado por una rama o costilla, arqueada por la tensión de una cuerda, la cual es humedecida con saliva antes de ser ejecutada.




Tampoco es mucho pero es lo que encontré sobre música del chaco (y un poco relacionado con corrientes)

PD: No entiendo un carajo el blog.

Fernández Borda Oscar

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